dijous, 14 d’octubre del 2010

Cómo comenzar… o seguir luchando

Llegamos a lo que mañana será, para muchos, el punto de partida de lo “profesional”. El fin de nuestros años universitarios se acerca, y todo es un sin fin de dudas sobre donde acabaremos, ¿Será una agencia de publicidad? ¿Será el restaurante de la esquina?

Resulta desconcertante el hecho de terminar la carrera y plantearte el típico ¿ahora qué? Por suerte, o por desgracia según se mire, yo ya he pasado por esto cuando terminé el módulo superior. Puedo decir que los miedos que se sienten a la hora de enfrentarse a las primeras entrevistas de trabajo (orientadas a nuestros estudios, y a lo que podría ser nuestro trabajo soñado), siempre son difíciles de solucionar. Hay que respirar. Después… seguridad. Y luego demostrar lo que vales, porque sin duda, lo valemos. Hablan de que esta generación no tiene el sentido del sufrimiento, de que somos unos vagos, irresponsables, de que nos lo tienen que dar todo “mascado”… Pero creo que se equivocan, creo que es la falta de oportunidad a demostrar lo contrario.

El problema, por tanto, no sólo reside en nosotros, los empresarios son parte del problema. Y, ¿Qué es lo que buscan realmente los empresarios? El trabajador perfecto: una persona polivalente, responsable, adaptable, con conocimientos en varios campos y con buenas cualidades personales. Todo ello para llegar a módico precio de mil euros al mes (si llega). Aunque en los tiempos que corren, no está mal.

Al final para no llegar a ser uno más del montón de licenciados que salen al ámbito profesional, hace falta destacar sobre todos los demás. Yo creo que tengo muchas actitudes de las que he hablado anteriormente, y muchas más que prefiero que descubran con los hechos. Uno más… creo que no.


Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada